Las clavadistas mexicanas Gaby Agúndez y Alejandra Orozco obtuvieron diploma olímpico al ubicarse en el quinto y octavo lugar, respectivamente, en la plataforma individual de 10 metros, prueba donde China hizo el 1-2, en París 2024.
El Oro inevitablemente sería de China. Un clavado de dieces de Hongchan Quan, mereció los aplausos de toda la afición en el Centro Acuático, sin importar el color de los países. Con solo 17 años, pero con tres medallas olímpicas, todas de Oro. La perfección ameritó una reverencia del público.
Eran los Juegos de la revancha para Gaby Agúndez, después del cuarto lugar olímpico hace tres años y el cuarto lugar mundial el año pasado, donde estuvo cerca de las medallas, hoy las acarició, pero China refrendó que compite aparte.
Gaby se posicionó en la pelea por preseas en la segunda ronda, subió del séptimo al cuarto sitio. En la tercera ronda recibió calificaciones de los jueces de 6.5, en las tres y media vueltas hacia adentro volvió a bajar, ahora al quinto puesto.
Un año donde superó las lesiones y cirugías para volar desde las alturas. El apoyo desde las tribunas de su madre Lupita y su padre Martín era el aliento.
De puntitas, al filo de la plataforma, de cabeza viendo al abismo del agua, tres vueltas y media hacia adentro, tres vueltas y media hacia afuera, todo un repertorio de ejecuciones solo para clavadistas temerarias.